En
1874 se produce un golpe de Estado que proclama la monarquía de Alfonso XII de Borbón y pone fin a la república. Se inició un
período largo de aparente estabilidad entre 1975 y 1923 al que se le
llamó “Restauración canovista” en honor a su principal
ideólogo, Antonio Cánovas del Castillo. La estabilidad tuvo
numerosas causas que lo explican, pero esta estabilidad tuvo un
precio. Los partidos dinásticos eran restringidos grupos de
dirigentes provinciales que para ganar las elecciones buscaban apoyos
entre los caciques de los pueblos, que habían hecho su fortuna en la
desamortización y utilizaban ese poder para dar trabajo y hacer
“favores” a sus vecinos.
Durante
la Restauración, el partido en el poder, conservador o liberal,
“amañaba” los comicios con el apoyo de los caciques y ganaba
siempre.
Cuando
Alfonso XII muere, su mujer María Cristina estaba embarazada, por lo
que la nombran reina regente, hasta que su hijo no tenga edad para
reinar.
Durante
la regencia de María Cristina los asuntos del reinado no van bien,
ya que España pierde colonias. Los territorios españoles no quieren
depender de España y los americanos querían las tierras que
quedaban, Cuba, Puerto Rico y Filipinas por lo que ofrecen a España
una cantidad de dinero, pero no lo aceptan. Debido a este rechazo,
los americanos le declaran la guerra a España y esta la acepta. Las
tropas españolas eran mucho más débiles que las americanas y como
era de esperar, España pierde la guerra, y con ella sus colonias.
Tras la pérdida de estas, en España se producen movimientos que
tratan de superar una crisis que es también de identidad. Surge el
regeneracionismo, un proceso a través del cual poder superar los
modos y políticas del pasado para encontrar un camino nuevo en todos
los órdenes.
En
1902 se proclama a Alfonso XIII rey, ya que había alcanzado la edad.
Desde este año estaba ya extendida la idea de transformar la
democracia caciquil en una democracia sincera.
El
ejército, dolido con la derrota y las fuertes críticas de la
opinión pública tras la guerra, se enfrenta con el sistema y
mantiene constantes amenazas hacia el proceso modernizador.
Durante
este reinado, suceden una serie de problemas en diferentes aspectos
de la vida española que desembocarán en la dictadura de Primo de Rivera.
Además,
el gran desarrollo económico de las regiones periféricas contribuyó
al desarrollo del nacionalismo periférico y al aumento de las luchas
sociales, la conciencia de la clase obrera y la capacidad de
movilización.
Perdieron
su imperio colonial de Marruecos por el Tratado de París, lo que
abrió el camino para una crítica global de la realidad nacional. En
ese momento surgen actitudes reformistas incubadas ya con
anterioridad al desastre. Un deseo de cambio al que no se sustrajo el
régimen político, gravemente erosionado por su carácter excluyente
y por su incapacidad para integrar a las nuevas fuerzas emergentes,
al hilo del proceso de modernización de la realidad española.
En Divinas
Palabras Valle-Inclán nos enseña el pensamiento y la forma de vivir
de la época. En la obra se muestra la vida rural de una Galicia muy
supersticiosa y atrasada respecto a otras zonas españolas. Además
esta época supone una época de cambio en las ideas de la sociedad,
tanto religiosas como políticas.
Fue
una etapa de decadencia para la iglesia, ya que muchos cristianos
dejaron de creer o decían que Dios no les hacía caso, como sucede
con Lucero, dice creer en Dios pero también dice que Dios nos da la
espalda y afirma irónicamente ser compadre del diablo.
España de la Restauración.
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